...con 56 años en el cuerpo, un caminar que ya se le notaba pesado, unas cuantas arrugas, una voz ronca por el cigarro ( dicen que fumaba 1 cajetilla al día ), la piel seca y unos cuantos kilos demás, murío, y no fué por el destino, si no más bien fue por que el decidió dejar el mundo, se dice que dejo 3 cartas sobre su mesa del comedor, una dirigida a su madre, otra para su hija y una para ...( mmm no recuerdo para quien)
La carta... pondré solo lo que recuerdo de esa tarde de otoño de aquel 15 de enero de 1984...
(...)así lo he querido, una decisión egoísta, pero muy mía, siento que ya mi andar no vale la pena, he vivido lo que he tenido que vivir, he llorado lo que he tenido que llorar, he reído lo que he tenido que reír...no me es grato andar escribiendo despedidas por la vida, pero que va es la última de la mía, agradezco esos abrazos que alguna vez me brindaron, esos hombros en los que me apoye, esos saludos y apretones de manos, agradezco a Dios por la vida que me dio, por mi hija, mi esposa...mi esposa...la quiero tanto, quiero que ella sepa que a pesar de no haberla entendido cuando debía, no haberla escuchado cuando lo necesitó, la amo, y la amaré por siempre...(...)
(...) hija mía, cuanto te amo, gracias por el abrazo matutino de siempre, por comprarme el diario cada mañana en aquel kiosco de la esquina, a veces con ganas, otras sin, pero ibas, gracias por aquel espejo que pegaste en mi maleta, te regañe cuando lo hiciste pero no sabes cuanto me gusto la idea que tuviste, "… papá cada vez que no te sientas a gusto contigo, solo mírate y me veras a mi", al principio no entendí bien, la verdad debes saber que cada mañana me miraba en aquel espejo y solo te veía a ti...(...)
(...) estaré mejor allá bien lejos, necesitaba este momento de soledad, lo tengo, y lo quiero, pero lamento el no haber sido lo suficientemente fuerte para seguir, me derrotó un golpe de mala suerte, me derrotó el sentirme inútil, espero servir allá arriba, aunque sea para servir café a Dios, el comienzo de mi nueva vida, el fin de la actual...sean fuertes como yo no lo fuí (...)
.../ así en esa iglesia del centro, Roberto el señor de el café "para*dos" lo leyó, mucha gente se emocionó hasta las lágrimas, más me impresiono cuando luego cantaron un coro de niños, y su hija, quien le escribió una canción, no recuerdo bien su cara, me da miedo el olvidarlo por completo, lo más raro de ese día fue que iba caminando como siempre a comprar esos cigarrillos de marca barata, cuando vi la iglesia llena de gente de luto, me metí y fue ahí cuando supe su muerte, nunca lo conocí y es raro, nunca me había emocionado tanto...nunca supe que hacia ahí...nunca.../